miércoles, 26 de diciembre de 2012

CUANDO USAR LA ANDADERA


LAS ANDADERAS

 

No hay ninguna duda que las andaderas son motivo de placer para los niños, sobre todo al permitirles desplazarse con cierta libertad en una edad en la que todavía no pueden caminar. Los niños empiezan así a conocer el placer de la velocidad y de la independencia. Por otra parte, muchos padres consideran que su uso significa cierto alivio para ellos, al poder realizar algunas tareas sin tener que estar con el niño alzado para evitar su llanto por estar solo.
Se hicieron tan populares, que en algunos estudios hasta un 92 % de los padres reportaron que sus hijos menores de 1 año utilizaron andadera en algún momento.
Ha sido tanta la popularidad de las andaderas, que antes de decidir su uso casi nunca nos preguntamos si existe algún riesgo que podamos evitar, si el utilizarlas favorece o perjudica el desarrollo de los niños, cuál es la edad apropiada para su uso, y por cuanto tiempo al día debemos permitir que el niño permanezca en ellas.
 
Empecemos por los riesgos. En un estudio reciente realizado en el estado de Virginia, USA, se reportaron 65 niños que tuvieron que ser atendidos en el servicio de emergencia por accidentes significativos en relación con el uso de andaderas, la tercera parte de ellos con lesiones importantes tales como fractura de cráneo, quemaduras severas, fracturas de la columna y muerte. El 71% de estos niños tuvo el accidente al rodar escaleras abajo, el 21% por volcadura de la andadera y el resto por quemaduras al entrar el niño corriendo a la cocina o acercarse a la mesa. Un solo niño que fallezca por uno de estos accidentes, o que quede con lesiones permanentes, justifica que tomemos una actitud alerta ante el problema y realicemos las acciones preventivas enérgicamente.
El otro aspecto importante es el papel de la andadera en el desarrollo motor del niño. Existen estudios que demuestran que si la andadera se utiliza en niños muy pequeños y por muchas horas al día, se puede retrasar el desarrollo motor normal del niño. En los niños con problemas en el desarrollo, por ejemplo con parálisis cerebral infantil, el problema puede ser aún mayor, presentándose en ellos más contracturas y hasta luxaciones cuando utilizan la andadera.
Estos antecedentes nos obligan a hacer algunas recomendaciones muy concretas:

1. Compre siempre una buena andadera, que reúna las recomendaciones de las agencias federales sobre los requisitos de seguridad en su fabricación. Este cumplimiento generalmente se garantiza en una tarjeta o colilla incluida con la andadera.
2. Nunca use la andadera en niños menores de 6 meses, es mejor esperarse hasta después de los 8 meses, o hasta que el niño ya pueda sentarse solo.
3. No deje que el niño permanezca en la andadera por más de 2 horas al día. Entre más sobrepase este límite, mayor será el riesgo de que presente problemas en el desarrollo motor.
4. No permita que el niño entre a la cocina en la andadera. Evite así el riesgo de quemaduras.
5. Elimine los obstáculos en el suelo, tales como alfombras, que favorecen que las andaderas se vuelquen.
6. Nunca utilice las andaderas en un segundo piso sin poner una puerta o cualquier otro obstáculo efectivo en las escaleras. Recuerde que los accidentes más serios se presentan por rodar escaleras abajo.
7. Recuerde siempre que un niño en una andadera requiere de MAYOR vigilancia. Pensar que el poner un niño en una andadera implica menor responsabilidad y mayor libertad para los padres es un error. Nunca deje a los niños solos si decide utilizar las andaderas.

lunes, 29 de octubre de 2012

CONSEJOS PARA EVITAR LAS ALERGIAS

Consejos prácticos para las persona que presenta alergias


1.- Alergia al polen:

*Mantener las ventanas cerradas durante la noche y cuando hay viento, para prevenir que entre el polen a la casa. Si es necesario, use el aire acondicionado, el cual limpia y seca el aire.
•No cortar el césped ni acercarse cuando este recién cortado. El corte del pasto agita el polen y el moho.
•Reducir en lo posible las actividades al aire libre temprano en la mañana, ya que el horario en que hay mayor propagación de polen es entre las 5 y 10 a.m.
•Mantener las ventanas del automóvil cerradas al viajar
•Evitar contacto con plantas alergenitas, especialmente las grandes productoras de polen
•Puede lavarse el pelo en las noches, para sacar lo acumulado durante todo el día
•Aprender a leer la información diaria en periódicos y Televisión acerca de las carga y tipo de polen que hay a diaria en el ambiente

2.- Alergia a los ácaros del polvo.

•Realizar limpiezas frecuentes con aspiradoras. Los alérgicas que realicen esta tarea, deben usar una mascarilla contra el polvo
•Recubrir los colchones con fundas herméticas, plásticas o de tela especial contra anti-alergenos
•Los plumones y almohadas fabricados con materiales naturales, como pluma de ganso o algodón, deben cambiarse por fibras sintéticas o forrarse con materiales no permeables a ácaros
•Ventilar el dormitorio adecuadamente, para evitar la humedad
•Evitar cortinajes y alfombras en la pieza del alérgico Los pisos de madera, linóleo o baldosa son mejores para los alérgicos.
•Tener el mínimo de muebles y adornos en el dormitorio, a fin de facilitar el aseo y la acumulación de polvo, deben retirarse especialmente las estanterías con libros.
•Lavar semanalmente la ropa de cama con agua caliente a mas de 65 grados.
•No tener en la habitación peluches, juguetes de lana o posters.

3.- Alergia cutánea

•Evitar baños prolongados. Es preferible el baño corto, con agua templada y aceites limpiadores libres de jabón.
•El secado después del baño debe realizarse con toalla limpia y suave, evitando la fricción.
•Después del secado, es muy importante la hidratación con cremas hidratantes o emolientes
•La ropa en contacto con la piel debe ser de algodón, evitando la lana y fibras sintéticas. Es aconsejable lavar la ropa con jabones no irritantes
•En general, la exposición gradual al sol y al agua de mar es beneficiosa para muchos pacientes
•Evitar cambios bruscos de temperatura y humedad
•El sudor produce picazón y agrava la enfermedad
•Evitar el rascado o cualquier fricción sobre la piel

4.- Alergia alimentaria

•Conocer y evitar los alimentos específicos que desencadenan la alergia
•En restaurantes u otras casas preguntar por los ingredientes de las comidas, a fin de evitar un alergeno “oculto”
•Leer con atención las etiquetas de los alimentos.
•Cuidado con el chocolate, maníes o frutos secos.
•Cuidados con los colorantes artificiales.

5.- Alergia a caspa o pelos de animales


*Procurar mantener a la mascota fuera de la casa. Procurar el mínimo de contacto con ella, sobretodo los gatos

*Mantener a la mascota fuera del dormitorio y otros cuartos donde los alérgicos pasen mucho tiempo

•Un miembro no alérgico de la familia debe encargarse del cepillado de la mascota en el exterior de la casa, para eliminar pelos sueltos y alergenos
•Lavar su mascota todas las semana, utilizando un producto especial para ello

martes, 23 de octubre de 2012

NIÑOS Y ALERGIA



Niños y alergia

Cómo actuar si sospechamos


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Dos de cada cien niños tienen intolerancia a la leche de vaca mientras que un gran porcentaje tiene alergia a otros tipos de alimentos como los cereales, el pescado o los huevos.
En muchas ocasiones la alergia no se detecta fácilmente, pues no viene siempre precedida de fuertes síntomas, fiebre u otro tipo de reacción negativa del organismo, por eso conviene estar muy atentos y a la mínima sospecha, acudir con los niños al pediatra.

Alergia sobre todo a los alimentos

La alergia es una reacción de rechazo que realiza nuestro cuerpo hacia ciertos alimentos, sustancias o medicamentos que ingerimos. Las alergias a ciertos alimentos son las más comunes. Dentro de la dieta mediterránea y según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud, los ocho alimentos que provocan más intolerancia en la infancia son la leche de vaca, los frutos secos, la soja, los huevos, el pescado, el marisco, el trigo y los cacahuetes.
Los resultados de este descubrimiento desvelan que sólo el 90% de las alergias en los niños están precedidas por estos ocho alimentos. Es decir, la incapacidad de comer ciertas cosas gana, con un gran margen, al rechazo a medicamentos u otro tipo de alergias como la alergia al polen, que es una de las más frecuentes a nivel general, sobre todo en adultos.

Huevos y cacahuetes, de los más peligrosos

Sobre todo en la franja de los 2 a los 3 años e incluso en adelante, estos alimentos pueden ser muy peligrosos. La clara del huevo es dañina para un 35% de los niños que sufren rechazo a los alimentos.
El cacahuete es un fruto que puede ser altamente dañino para el organismo de los pequeños, que son de alguna manera los más proclives a contraer alergia dado que su fisionomía y metabolismo aún no son fuertes debido a la falta de desarrollo. Vigila de cerca el consumo de este alimento en la dieta de tu hijo.
Al contrario de lo que mucha gente cree, tener alergia no viene únicamente determinado por el factor genético. Tampoco se hereda la alergia en sí, sino la tendencia a contraerla más fácilmente que otra persona que carezca de esa información genética.

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Otros factores que influyen

Otro factor que ‘ayuda’ a contraer una alergia es el medioambiental. Cada vez de forma más frecuente, con los cambios meteorológicos, el calentamiento global y la contaminación a la que estamos siendo sometidos, sobre todo en las ciudades, las bacterias se dispersan de un modo imparable.

Además, la exposición exagerada a ciertos alimentos, esto es, el hábito de comer demasiado de un mismo alimento o sustancia, puede multiplicar las posibilidades de que a corto o largo plazo, aparezca una alergia hacia ese alimento por saturación del mismo.

Cuidado con los síntomas

Como hemos dicho, no siempre los síntomas son de fácil detección. El abanico va desde una simple hinchazón o eccema hasta un proceso de enfermedad grave que, de no tratarlo, puede llegar a ser mortal. Afortunadamente hoy ya nadie muere de alergias, al menos en Occidente, pues se cuenta con una rápida y eficaz asistencia médica y farmacológica.
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Los expertos señalan que los síntomas leves más frecuentes son las urticarias, los vómitos o diarreas mientras que los más graves llegan a ser trastornos asmáticos, problemas de respiración o, en los peores casos, hablaríamos de shock alérgico, que puede acabar con la vida del pequeño.

La mancha alérgica

La evolución de los síntomas, de más sutiles y difíciles de detectar a más graves, es una señal de lo que se denomina ‘mancha alérgica’. Este término hace alusión a cuando el niño viene predispuesto genéticamente a contraer o desarrollar una alergia.  Entonces, los síntomas pueden evolucionar, desde un simple eccema a problemas respiratorios u otros por el estilo. Insistimos que con una correcta medicación, el pequeño hará vida casi con toda normalidad.

La atención y la información continua y actualizada sobre el proceso alérgico que puede estar desarrollando tu hijo son vitales para la calidad de vida de éste.
En primer lugar, debemos estar muy atentos a la alimentación de los niños. Es sobre todo, a partir de los 3 años cuando los pequeños comienzan a comer fuera de casa (comedores escolares, guarderías) y no podemos estar al cien por cien en sus hábitos alimenticios. Pero cuidado, el simple hecho de que los niños coman fuera de casa, al menos una vez al día no tiene por qué suponer que se estén exponiendo directamente al riesgo.


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Atenta, pero no paranoica

Recordemos que tanto la genética como el factor medioambiental está presente no sólo cuando comen solos, sino durante todo el tiempo. En casa, en los restaurantes, en jardines y parques.
Por ello, no te obsesiones y sencillamente asegúrate de que en el colegio de tu hijo se cumplen los requisitos y normas higiénicas en los comedores. Además, comprobar que el menú es variado y sano te ayudará a mantener esa confianza que necesitas al no tener ‘más remedio’ que dejar que tus hijos coman fuera de casa.


Otros consejos

Si tu hijo padece alergia a algún alimento, reduce las veces que éste coma fuera de casa todo lo posible. Así estarás más tranquila de que todo lo que come está previamente testado por la persona que más se preocupa por él. Revisa bien las etiquetas de todos los alimentos, por pequeños e inofensivas que parezcan las dosis.

Recuerda que se han dado casos de niños con intolerancia a las nueces que al comer chocolate con leche han desarrollado un rechazo feroz a un alimento que en principio, no era dañino para ellos. Esto se debe a que seguramente restos de chocolate hecho a base de nueces se mezclaron en las máquinas de fabricación de las tabletas, con las del chocolate con leche normal. Se trata de un ejemplo de tantos casos que pueden darse a nivel de fábrica en todo tipo de alimentos envasados o empaquetados. Cuidado.

Él, poco a poco responsable

Tener una alergia es algo más común de lo que a priori te puede parecer como madre. Multitud de personas conviven con este trastorno casi 'sin darse cuenta'. Hoy en día existe tal variedad gastronómica y eficiencia farmacológica, que la ausencia de algún alimento en la dieta de tu hijo no tiene por qué implicar un retroceso o involución en su crecimiento o una carencia que le haga ser diferente a los demás niños.

A medida que tu hijo se va haciendo mayor, no estará de más comunicarle que no sólo tú eres la responsable de su alergia. La aceptación del niño como algo natural, que forma parte de su vida y con lo que puede convivir perfectamente. Por ello, los psicólogos consideran fundamental el descubrimiento, nunca tardío de la enfermedad o lo más pronto posible, para lograr lo que se llama la normalización de la misma. Esto será un desahogo para ti y un paso más hacia la madurez de él.

jueves, 18 de octubre de 2012

¿CUANDO DEJAR EL PAÑAL?




 ! YA DEJE DE USAR PAÑALES¡

La clave para acompañar
al bebé en este proceso
está en ser pacientes,
pues forzarlo es contraproducente.
He aquí algunas recomendaciones
prácticas.




Cada niño o niña tienen un ritmo diferente de desarrollo, hay ciertas cosas que le avisarán cuando el bebé esté listo para comenzar el entrenamiento para dejar el pañal. El mejor consejo es ser pacientes y dejarlos que avancen a su ritmo, usando estímulos positivos en el proceso.

El control de esfínteres es un cambio muy importante en el desarrollo del infante y los padres deben acompañarlos con mucha tolerancia y comprensión. No es como aprender a leer, escribir, sumar, restar, o montar en bicicleta, ni quiere decir que es más o menos inteligente, es más bien una conquista que el niño o niña adquiere de forma natural cuando esté preparado. No pretenda forzarlo antes de tiempo puede ser negativo.

¿A qué edad deben dejar los pañales los niños?

Dejarán los pañales cuando estén maduros para hacerlo, biológica, psicológica y afectivamente. Un parámetro estadístico y de referencia es entre los 2 y 4 años, pero cada niño y sus circunstancias son particulares; este momento llegará  cuando él ya retiene y deposita su pis y deposición cuando y donde desee y no cuando y donde le indiquen.  Por otra parte, hay que tomar en cuenta que el uso de los modernos pañales desechables ultrasecos puede alargar la necesidad del niño de dejarlos, por lo que hay que considerar esto al momento de iniciar el entrenamiento.

¿Qué se necesita para iniciar el entrenamiento?

Tiempo, cuidado y paciencia.

¿Cómo saber si el niño está listo?

Hay ciertas cosas que nos indican que ya se puede iniciar la preparación para dejar el pañal. Por lo general, el pequeño comienza diciendo “pis pis”... cuando
ya se orinó o defecó; también suele avisar cuando tienen movimiento intestinal,
o llama la atención porque le desagrada tener el pañal sucio y pide que lo cambien. Es importante que los adultos precisen si el bebé sigue instrucciones simples y puede subir y bajar sus propios pantalones, y si demuestra interés
en los hábitos de los más grandes en el baño.

Otras señales de que hay un cambio que indica que ya el infante está en proceso de dejar el pañal es el hecho de que deje de jugar cuando tiene el pañal sucio, o que se ponga nervioso si lo tiene mojado. Igualmente si está seco durante la siesta o por más de dos horas durante el día. Sin duda estará listo cuando le advierte su necesidad de orinar o de hacer deposición, no siempre se lo dirá con palabras, quizás de saltitos o se agarre el pañal.

Cuando los padres observen que su niño o niña es más paciente, espera para comer y dormir, se quita la ropa con facilidad y camina sin ayuda, pide que le cambien el pañal y que no se le vuelvan a poner, son detalles que les indicarán que ha llegado el momento de empezar el proceso de abandonar “el paquete”.

¿Cómo prepararse para cuando esté listo?

En ese momento se necesitará: un asiento especial (bacinilla) que actualmente vienen en divertidos diseños y muchos colores para ayudar a que el entrenamiento sea entretenido; lo básico es que sea un lugar cómodo para sentarse y que se pueda vaciar fácilmente en el baño.

También hay pañales especiales para facilitar el entrenamiento, cómodos para quitar y poner y con la absorción adecuada. Los de tela también pueden ayudar porque son incómodos y dan la sensación de los pantalones mojados, lo que anima a los niños a usar el baño, pero asegúrese de cambiarlos para evitar cualquier irritación.

Cuando el niño esté cómodo con la bacinilla, se puede propiciar el cambio, para lo que necesitará un asiento infantil que se adapte al sanitario tradicional y les facilite la transición. Algunos niños pueden sentir miedo, los adultos pueden sentarse primero para tranquilizarlo con el ejemplo.

¿Hay que regañarlo o premiarlo cuando hace o no pis?
Bajo ningún concepto se debe regañar a un bebé porque no ha podido controlar su necesidad de evacuar o de hacer pis, tampoco debe premiarse, pero sí felicitarlo por sus logros. Sí, se debe estar atentos y acompañarlos, pero es un momento de intimidad y no de fiesta y debe ser tomado con naturalidad.
Cosas que se pueden hacer
para ayudarlos


1.
Si ya se ha hecho en el pañal, dígale que ha hecho pis o caca
y que puede ir solo en busca
del pañal. Acomode las cosas
con su ayuda para cambiarlo.

2.
Si se da cuenta por su actitud
que “se está haciendo”, mírelo y pregúntele: “¿estás haciendo pis o caca?”, “¿quieres que cambiemos
el pañal?”, dígalo con naturalidad,
sin presiones, ni tono de regaño.

3.
Si avisa y llega al baño con su pañal limpio, simplemente pregúntele: “¿Qué vas a hacer?” y lo ayuda en la medida que lo pide.
No le atropelles haciendo todo por él, déle tiempo para equivocarse y aprender.

4.
Finalmente, cuando se despierta por la mañana con su pañal seco por varios días seguidos y así se mantiene durante el día, el niño ya está avisando que controla sus esfínteres; éste será el momento propicio para cambiar juntos el pañal por ropa interior.

Así se logrará un proceso natural y relajado, un logro en un ambiente calmado en un momento  importante en su desarrollo.

Algunos consejos más:
No se apresure o compare al bebé con otros; cada quien tiene su propio tiempo de entrenamiento para el baño. Esperar hasta que ellos estén listos ayudará para que sea más fácil
Haga que la utilización de la bacinilla sea parte de su rutina; que se siente en ella mientras esté vestido, antes de que comience a usarla, lo ayudará a familiarizarse con ella, luego deje que se siente sin pañal, para convertirlo en un hábito.
Involucre al pequeño, enséñale adónde van las evacuaciones intestinales. Muéstrale como vacía un pañal en el baño para ayudarlo a hacer la asociación. Que baje el agua del sanitario y que se lave sus manos después
Estimúlelo, asegúrese de celebrar sus logros a cada paso
Sea paciente, la incontinencia nocturna es normal durante muchos meses después de que un infante ha aprendido a usar el baño. Esta situación por lo general se pasa
Felicítelo cada vez que te pida hacer pipí y cada día que consiga llegar a la noche sin haberse mojado la ropa y cuando llegue a la mañana sin haber mojado la cama
Nunca se irrite ni lo castigue por estos accidentes

¿Qué no hacer?
Haga lo que haga el bebé, sus padres, tanto si lo hace bien como si lo hace mal y aunque no haga nada, el infante aprenderá a ir al baño, pero la idea
es que no sea un proceso desgraciado para él, por eso recomendamos:
-
No le pregunte cada media hora si quiere ir al baño
- No lo siente en la bacinilla o baño cuando no lo ha pedido -
- No lo regañe ni lo critique, mucho menos burlarse de él o ella
 -No se muestre impaciente
 -No le lance indirectas como:                                                                        ¡ que verguenza!                      
               ¡ tan mayor y con pañales!                                        
               ¡ a ver si aprendes a ir al baño de una vez!                                      ¡ si te lo vuelves a hacer encima, tendré que ponerte     pañales como un bebé!
 -
No siente al niño a un horario determinado en la bacinilla
o baño.
 - No lo obligue a estar sentado hasta que haga algo.
 - No se enoje, lo regañe ni lo ridiculice delante de los demás.
 - No le exija demasiado al niño ni lo comparen con otros, esto solo generará angustia.


¿Y si retrocede, qué hacer?

Siempre se debe consultar al pediatra ante cualquier duda, pero es común que los pequeños de pronto se hagan pis o caca luego de haber adquirido el control de esfínteres; puede ser que se les ha sacado el pañal demasiado pronto y realmente no tenían el control y la solución pasa por volver a usar el pañal por el tiempo que sea necesario. No se debe ver como un retroceso sino entender que esta función debe terminar de adquirirse.

Consejos:
Tener paciencia; esperar a los dos años de edad que es la edad indicada para que controle los esfínteres. Todo esto para evitar que se cree un rechazo y una frustración en el niño. Cuando llega a esa edad, sí se puede comenzar con todos los métodos para que el niño deje el pañal.

Invita a los padres a no utilizar el castigo como vía de aprendizaje, “hay que conversar y explicarle al niño que no va a usar más pañal”. Desde su óptica es importante crear un ambiente de tranquilidad cuando el niño va al baño y hacerle entender el proceso con el ejemplo. Antes de acostarlo en la noche, recomienda llevarlo al baño para evitar accidentes y tratar de no darle líquido después de las 5 de la tarde.


“Después de los 24 meses por lo general el niño comienza a avisar y los padres deben estar atentos para orientarlo en el proceso. Este paso es igual para los niños que para las niñas; cuando ellos avisan ya se puede retirar el pañal completamente y explicarle cómo va a ser a partir de ese momento. En el transcurso, puede que ocurran uno o dos accidentes, pero si el niño está listo para hacerlo es un camino natural”.


“Si hay un retroceso, hay que evaluar el entorno del pequeño y evaluar qué lo lleva a esa regresión; puede ser que alguien lo regañe cuando tiene algún incidente, una cuidadora o en la guardería. También la llegada de un hermanito puede ocasionar este incidente; los padres deben estar atentos”.


Siempre es importante el consejo del pediatra, profesional que puede detectar

algún problema mayor que requiera referirlo a un especialista.

lunes, 15 de octubre de 2012

EL HIPO EN LOS BEBES
  ¿Qué haces cuando tiene hipo?

Cuando son recién naciditos nuestros
  hijos deseamos que
 nada interrumpa su sueño y verlos plácidamente dormidos o mirar tranquilamente el mundo que les rodea, sin embargo el molesto 'hip, hip' del hipo, hace su aparición en cualquier momento y empieza a incomodar al pequeño y frágil bebé.

Según especialistas, no hay mucho de qué preocuparnos ya que en muy pocos casos el hipo esconde detrás una enfermedad crónica o una alteración grave en la salud de bebés y niños.


Aunque nos angustie ver su cuerpecito brincotear debemos saber que el bebé no siente dolor ni molestia cuando tiene hipo. Según algunos estudios, el 80 por ciento de los recién nacidos llegan a experimentar hipo y no requiere tratamiento o demasiada atención; aunque nos parezca eterno, dura sólo unos minutos y mágicamente de la misma forma que aparece se va y disminuye su frecuencia a partir de los seis meses de edad.



¿Qué lo causa?


En la mayoría de los casos el hipo es provocado por la inmadurez del sistema nervioso, que por la falta de control provoca contracciones repentinas e irregulares del diafragma. Los músculos de la respiración se fortalecen e intentan funcionar en armonía, cualquier cosa que irrite el diafragma hará que el músculo tenga espasmos repetitivos, provocando lo que conocemos como hipo


El diafragma puede sufrir alteraciones causadas por el reflujo, muy común en los bebés; el uso de un chupón con un tamaño inadecuado, que provoca que el pequeño trague aire; y cuando al ser amamantado no agarra bien el pezón y además de leche traga aire.


El hipo también puede presentarse cuando los pequeños sufren cambios de temperatura en el ambiente o en los alimentos.


¿Cómo desaparecer el hipo?


En la mayor parte de los casos, es un problema que se resuelve fácilmente y que como lo hemos mencionado anteriormente no tarda mucho en desaparecer, sin embargo no hay fórmulas mágicas para desaparecerlo de inmediato, no obstante, a continuación te damos algunos tips que pueden ayudarte a eliminarlo.


Revisa la técnica de alimentación. Durante la lactancia, la mamá debe procurar que el pezón esté completamente dentro de la boca del bebé, que los labios se vean sobre el pezón y el pecho debe estar contra el de la mamá, para que no entre aire en cada succión.

Después de dar el pecho a tu bebé, no te olvides de dejarlo en posición vertical para facilitar la eliminación de aire.

Si notas que tu bebé mama muy rápido, sepáralo un momento de tu pecho, permite que el pequeño descanse un poco y luego vuelve a amamantarlo.

Asea con frecuencia la nariz de tu bebé para evitar que el moco obstruya las vías respiratorias y lo haga respirar por la boca, de esta manera evitarás que el niño respire aire frío y sin filtrar.

Si lo alimentas con biberón checa que el tamaño del chupón sea el adecuado. Lo correcto es que de éste sólo salgan
algunas gotas y no un chorro o de plano nada.

Evita los cambios bruscos de temperatura, si lo vas a cambiar busca que sea en un lugar sin corrientes de aire y siempre muy bien abrigado.

¿Cuándo debemos preocuparnos?


Deberemos buscar orientación médica en los casos que el hipo del bebé no se vaya y acabe por provocar llantos por parte del bebé.


Los episodios de hipo pueden dividirse en tres:

- Agudo: cuando dura más de 24 horas
- Persistente: cuando ocurre durante un mes
- Intratable: cuando supera los 30 días y no cede ante los medicamentos

Cuando persiste durante 24 horas es necesario acudir al médico, debido a que podría ser señal de meningitis, otitis media, un cuerpo extraño en el oído, bronquitis, asma o en casos remotos tumores.

jueves, 11 de octubre de 2012

EVACUACIONES VERDES



Una pregunta muy frecuente en la consulta de los lactantes es la presencia de evacuaciones verdes, las cuales se presentan con mucha frecuencia. Si bien no representan problema alguno para la salud del niño, suelen ser preocupantes para casi todos los padres.

Las evacuaciones normales en un niño alimentado al seno materno suelen 
ser de color amarillo mostaza o ligeramente café, mientras que en los niños alimentados con fórmula, las evacuaciones suelen presentarse con mayor frecuencia de color verde en diferentes tonos. Esto suele ser causado por la presencia de hierro en la fórmula, debemos de tomar en cuenta que la mayor parte de las fórmulas actuales se encuentran enriquecidas con hierro por lo que las evacuaciones verdes son muy frecuentes. La ingesta de vegetales verdes en abundancia así como la presencia de colorantes en la dieta pueden causar también la presencia de evacuaciones verdes.

Los niños alimentados al seno materno ocasionalmente pueden tener evacuaciones verdes de forma totalmente normal, pero también podemos ver evacuaciones verdes en las madres que toman suplementos de hierro en la dieta.

Otros colores: 

Las evacuaciones del niño pueden adquirir otros tonos asociados con la dieta. Por ejemplo la ingesta de suplementos de hierro tomados de forma directa pueden producir evacuaciones oscuras, también el bismuto puede producir evacuaciones oscuras (Pepto-Bismol), es importante recordar que la presencia de sangre digerida(conocido con el término médico de melena) puede producir también este tipo de evacuaciones.

Las evacuaciones rojas también pueden presentarse en niños, esto se relaciona con la ingesta de colorantes comerciales de este color, la ingesta de jugo de tomate o la ingesta de betabel, debemos recordar que la sangre fresca puede también causar esta manifestación.

Las evacuaciones pálidas o descoloridas se pueden deber a fata de sales biliares por problemas como hepatitis, la ingesta de antiácidos o bario (para estudios de rayos X).

Las evacuaciones naranja se suelen presentar con la ingesta alta de beta carotenos como zanahoria, papaya, calabaza, mangos, etc. también la ingesta de medicamentos como la Rifampicina pueden ser causa de este síntoma, debemos recordar que los colorantes de los alimentos también pueden provocar estos colores poco naturales.

En general podemos decir que a pesar de que las evacuaciones verdes son algo muy común, es importante que los papás conozcan al respecto para evitar preocuparse de forma innecesaria. También es importante conocer que existen otras causas de colores anormales en las evacuaciones por lo que debemos de consultar a nuestro
médico en caso de dudas.

viernes, 28 de septiembre de 2012

LA TELEVISION

No más de 4 horas diarias frente a la televisión


Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington y el Instituto de Investigación Infantil de Seattle (Estados Unidos) publicado en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, evidencia que el desarrollo lingual y expresivo es menor al frente de la televisión

Concretamente, los resultados del estudio muestran que por cada cuatro horas que los padres pasaban en presencia del sonido de la televisión, éstos pronunciaban menos palabras y los bebés eran menos propensos a realizar vocalizaciones en respuesta a las mismas.
Como apuntan los autores, un número cada vez mayor de niños se encuentran expuestos a la televisión durante sus primeros años de vida. Durante este período se desarrollan tareas de desarrollo clave como la adquisición del lenguaje, que se promueve mediante la interacción con los adultos.
Los resultados mostraron que cada hora de exposición a la televisión se asociaba con una disminución de 770 palabras, un 7% del total, que oía el niño de un adulto durante una sesión de grabación. Las horas de televisión también se asociaron con una disminución en el número y longitud de las vocalizaciones de los niños y en el número de conversaciones entre niños y adultos.
Los autores plantean que aunque a primera vista estos descubrimientos podrían parecer intuitivos, deberían interpretarse a la luz de las afirmaciones de los proveedores de DVD infantiles que señalan que estos productos están diseñados para proporcionar a padres e hijos una oportunidad de interactuar entre sí, una afirmación que carece de evidencia científica.

jueves, 27 de septiembre de 2012

MI HIJO NO QUIERE COMER

El niño con dificultades de alimentación


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El desarrollo de conductas de alimentación adecuadas y saludables en el niño depende en gran medida de la actitud de los padres en el acto de alimentar. La interacción de los mismos con el niño moldea dicha conducta

En una primera instancia el niño es alimentado. Alimentar implica una interacción de dos: el cuidador, generalmente la madre, y el niño. Al principio esto idealmente se logra a través de la lactancia materna. Se establece una comunicación entre ambos fundada básicamente en el llanto del niño y la oportuna respuesta de la madre, quien pronto aprende a diferenciar en su hijo un patrón para cada necesidad: afecto, alimentación, sueño, defecación-micción. Esta manera de comunicarse, poco a poco se ve enriquecida con la presencia de sonrisas, miradas y primeros vocablos que el niño emite. De los 4 a los 6 meses se da inicio a la alimentación complementaria (alimentos sólidos o líquidos distintos a la leche materna). La sana interacción entre el niño y su cuidador en estas etapas lo llevarán en un futuro próximo a independizarse y a comer (alimentarse por sí mismo y sin ayuda de otro).
Los padres ejercen gran influencia sobre la conducta alimentaria de sus hijos. En el período neonatal una dieta variada garantiza al feto una amplia exposición a sabores a través del líquido amniótico. Luego del nacimiento la leche materna también lo permite pues la misma se correlaciona con la dieta de la madre. Los padres además determinan el ambiente en el que se desarrolla la alimentación, dónde y cuando ocurre. Tienen estilos peculiares de alimentar que desencadenan respuestas en el niño. Los padres con un estilo de alimentación controlador, negligente o indulgente (ver cuadro anexo) tienen niños más vulnerables al desarrollo de dificultades de alimentación. Un estilo de alimentación responsable donde el niño es guiado, estableciendo límites de comportamiento y donde se dan respuestas adecuadas a sus señales de hambre, disminuye la posibilidad de desarrollar las mismas. Del mismo modo el alentar al niño a auto-alimentarse, en un principio con sus manos a pesar de que "ensucie las cosas" y luego con cubiertos acordes a su edad a pesar de que "no lo haga correctamente" es importante.
Las dificultades de alimentación se definen como cualquier situación que represente una interferencia negativa sobre el proceso normal de alimentación del niño. Las principales dificultades son el niño con poco apetito (hiporexia) y el altamente selectivo a la hora de comer.
La hiporexia o poco apetito puede ser secundaria a una enfermedad orgánica, puede ocurrir en niños deprimidos o lo más común, niños muy activos, más pendientes del juego y la interacción con su entorno que del comer, quienes además no identifican claramente la sensación de hambre y saciedad. En estos casos, mientras el niño aprende a identificar estas sensaciones y bajo la supervisión del pediatra tratante , es útil el uso de suplementos nutricionales especialmente formulados para la población pediátrica, que aportan calorías y tienen un balance adecuado de carbohidratos, proteínas ,grasas, vitaminas y minerales. Puede ocurrir también que los padres consideren a su hijo con poco apetito, por sobre-estimación de sus necesidades reales y en este caso el consejo oportuno del pediatra permitirá corregir dicho error de apreciación. En los niños con poco apetito es importante:

• Alimentarlos siempre en el mismo horario y distanciar las comidas y refrigerios de 3-4 horas. Si el niño no come en el tiempo previsto no podrá recibir ningún alimento excepto agua hasta la próxima comida.

• Servir porciones pequeñas

• El niño debe permanecer en la mesa hasta que "la barriga de papi y mami" estén llenas aunque ya no este comiendo o no quiera comer

• Las comidas deben durar un máximo de 30 minutos

• Mantener una actitud neutral

• No utilizar los alimentos como expresión de afecto

• Si el niño no se comporta bien, darle una sola advertencia, si no corrige la conducta colocarlo en tiempo fuera.

Otra dificultad común son los niños altamente selectivos también llamados "quisquillosos" o "melindrosos" a la hora de comer. Son niños que rechazan alimentos o grupos completos de alimentos por sus características (colores, texturas, sabores, olores). Hay que señalar que entre los 18-24 meses de edad se atraviesa una etapa conocida como "neofobia' donde existe un temor y rechazo innato a probar nuevos alimentos , que con el transcurrir del tiempo se va superando. A veces para lograr la aceptación de un nuevo alimento son necesarias hasta 10 exposiciones al mismo. Por ello es importante en el inicio de la alimentación complementaria garantizar la máxima exposición a sabores y texturas. En este caso si hay un rechazo a grupos completos de alimentos puede ser útil el uso de los suplementos nutricionales ya mencionados. Ofrecer consistentemente nuevos alimentos sin presionar al niño es la clave, entendiendo que aceptarlos toma tiempo pero con paciencia se logra. También deben respetarse preferencias de alimentos dentro de un mismo grupo (por ejemplo que acepten algunos vegetales y otros no) y evitar hacer "puntos de honor" con alimentos preferidos por los padres pues esto, junto con la presión que ellos pueden ejercer a la hora de comer, suele incrementar el rechazo. En algunos de estos niños también se describe una mayor sensibilidad a la percepción gustativa de sabores amargos y ciertas texturas de alimentos, lo cual los haría más proclives a rechazarlos.
En líneas generales la prevención y manejo de las dificultades de la alimentación se basa en una conducta responsable del cuidador. Alimentar al niño de acuerdo a sus necesidades reales de apetito y saciedad, responder positivamente a sus intentos de auto-alimentarse, conocer las distintas etapas y dificultades que atraviesa, desde que "es alimentado" hasta que logra "comer por sí mismo" son fundamentales.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

ALTERACIONES DEL CRECIMIENTO

¿Qué son los problemas de crecimiento?

Son muchos los factores que afectan el crecimiento de un niño. El crecimiento y el desarrollo pueden verse afectados por:
  • la genética;
  • los hábitos alimentarios y la nutrición;
  • los patrones de sueño;
  • la función endocrina (hormonas);
  • la presencia o ausencia de una enfermedad crónica.
Cada niño crece con un ritmo diferente. No intente comparar el crecimiento de su niño con el de otros niños de la misma edad. Cada padre debe supervisar con regularidad el crecimiento de su niño. Esto puede llevarse a cabo con la ayuda de tablas de crecimiento y del pediatra.
Si no se supervisa de cerca el crecimiento de un niño, es posible que no se detecten trastornos del crecimiento. Un trastorno del crecimiento impide que el niño alcance la estatura y el peso óptimos, y puede afectar otros aspectos de su desarrollo mental, físico o emocional.

Tipos de trastornos del crecimiento

Retraso estaturo-ponderal

El “retraso estaturo-ponderal” no es un trastorno del crecimiento. Es la manera en que se identifica a los niños cuyo peso o velocidad de aumento de peso es significativamente menor que los de otros niños de la misma edad y el mismo sexo.
El retraso estaturo-ponderal puede originarse por muchos factores:
  • problemas de alimentación;
  • enfermedad, pobreza;
  • desnutrición;
  • escasa interacción entre los padres y el niño.
Independientemente de su origen, todos los niños con retraso estaturo-ponderal corren el riesgo de que su crecimiento sea lento o se detenga.

Baja estatura

La “baja estatura” es también una manera de clasificación descriptiva. No se considera un trastorno del crecimiento. Hace referencia a los niños cuya estatura o velocidad de aumento de estatura es menor que las de otros niños de la misma edad y el mismo sexo.
Algunas de las causas de la baja estatura pueden ser las mismas que la del retraso estaturo-ponderal. Comúnmente, se relaciona con la genética y no con enfermedades. Algunos niños crecen más lentamente pero culminan su crecimiento a una edad mayor y, por tal, alcanzan estaturas normales. Otros niños simplemente heredan la estatura final de uno de los padres.
Es posible que los niños de baja estatura no coman tanto como usted quisiera, dado que no lo necesitan, hasta que lleguen a la etapa de los estirones (crecimiento acelerado). Si se presiona a los niños para que coman más, es posible que aumenten de peso pero no de estatura.

Enfermedades endocrinas

El sistema endocrino es un sistema de mensajeros químicos que transporta hormonas por todo el cuerpo. Las hormonas ayudan a regular los procesos corporales, incluido el crecimiento. Cuando existe un trastorno del sistema endocrino, el crecimiento puede detenerse.
Los trastornos endocrinos incluyen:
  • Deficiencia de la hormona del crecimiento (somatotrofina): Esta enfermedad poco común se produce cuando el nivel de hormona del crecimiento de un niño es escaso o nulo. La hormona de crecimiento se produce en la hipófisis y estimula el crecimiento a través de interacciones químicas en el cuerpo. Sin ella, o sin una cantidad suficiente de ella, el crecimiento es lento o se detiene por completo.
  • Hipotiroidismo: Es una enfermedad causada por niveles bajos de hormona tiroidea en la sangre. Sin una cantidad suficiente de esta hormona, los bebés pueden tener un desarrollo cerebral inadecuado. Los niños mayores pueden tener un crecimiento lento y un metabolismo lento.

Signos y síntomas de los problemas de crecimiento

Un problema de crecimiento de un bebé o un niño puede detectarse después de que las mediciones de la longitud o la estatura indiquen una velocidad de crecimiento menor que la normal.

Otras causas de los problemas de crecimiento:

Las alteraciones en la salud y la nutrición casi siempre afectan el crecimiento. Otras causas de los problemas de crecimiento incluyen:
  • enfermedades graves en el cerebro, el corazón, los riñones o los pulmones;
  • enfermedad inflamatoria intestinal;
  • anomalías cromosómicas, como el síndrome de Down;
  • síndrome de Cushing (niveles de cortisol anormalmente altos);
  • síndromes genéticos poco comunes.

Cómo puede un médico ayudar a su niño

El pediatra puede ayudar mediante la supervisión regular del crecimiento de su niño. La supervisión y la evaluación adecuadas del crecimiento incluyen la medición de:
  • la longitud en posición recostada (acostada) desde el nacimiento hasta los dos o tres años de edad;
  • la estatura de pie en el caso de los niños que pueden pararse;
  • el peso;
  • la circunferencia de la cabeza hasta los 2 años.
El uso de la evaluación del peso solo no resulta útil. Esto se debe a que no permite distinguir entre un niño delgado y alto de otro obeso o bien proporcionado.
Es posible que un niño que ha dejado de crecer o que crece lentamente deba someterse a estudios adicionales para determinar la causa. Una vez que se descarte el retraso estaturo-ponderal, el médico posiblemente derive a su niño a un endocrinólogo. Este especialista buscará las posibles causas del problema de crecimiento. Análisis de sangre, radiografías y tomografías del cuerpo o del cerebro pueden ayudar a determinar la causa del problema de crecimiento.

Tratamiento

Si se determina la presencia de una enfermedad específica, es posible que se disponga de ciertas opciones de tratamiento para incrementar la estatura final del niño. Los problemas de crecimiento que se originan por trastornos endocrinos como el hipotiroidismo pueden tratarse con píldoras de reemplazo tiroideo. Pueden administrarse inyecciones de hormona del crecimiento a los niños con una deficiencia de la hormona del crecimiento o con síndrome de Turner.

Qué puede hacer usted para ayudar a su niño con problemas de crecimiento

Encárguese de que se pese y se mida a su niño en cada una de las siguientes ocasiones:
  • dentro de 1 a 2 semanas del nacimiento;
  • al mes, y a los 2, 4, 6, 9, 12, 18 y 24 meses;
  • una vez por año entre los 4 y los 6 años.
Los niños mayores y los adolescentes también deberían medirse una vez por año.
Una vez que a un niño se le diagnostica un problema de crecimiento, es importante poner énfasis en las otras características del niño, como su capacidad musical o afición a la lectura. Los padres deben ayudar a desarrollar la autoestima y la confianza en sí mismo del niño. Puede desarrollarse un sentido de valor propio a partir de habilidades y actividades. Además, puede resultar importante hablar con su niño acerca de las mejores formas de reaccionar ante los compañeros que puedan hacer comentarios sobre su baja
estatura

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Cuándo es conveniente solicitar asistencia médica

Todos los padres deben visitar con regularidad al pediatra, pero si usted descubre un signo o síntoma que le preocupa, consulte con el médico de inmediato.

Puntos clave

  • El crecimiento de un niño debe supervisarse de manera regular. Esto puede llevarse a cabo con la ayuda de tablas de crecimiento y del pediatra.
  • La alimentación inadecuada o las enfermedades pueden conducir a un crecimiento lento, pero es posible que esto no sea un trastorno del crecimiento.
  • Un trastorno del crecimiento puede presentarse al nacer o puede adquirirse posteriormente.
  • Es posible que los trastornos del crecimiento puedan tratarse con medicamentos o no.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Alimentacion a partir del Primer Año

 Esta es la etapa en la que debemos comenzar a educar y enseñarles "buenos hábitos alimentarios", porque cuanto más temprano sea, mejores frutos se verán a largo plazo, logrando así una alimentación saludable y una mejor calidad de vida
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Cuando el niño cumple los 12 meses, ya ha pasado por dos de los principales períodos de la alimentación:
1. PERIODO LACTEO: en el cual es fundamental la lactancia materna.
2. ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA: donde es fundamental la incorporación paulatina de los alimentos para que éstos no resulten nocivos al intestino, el cual continúa madurando mes a mes. 
Por eso cuando nuestro bebé llega al año de vida nos preguntamos: ¿y ahora qué le debo dar?
Esta es la etapa en la que debemos comenzar a educar y enseñarles "buenos hábitos alimentarios", porque cuanto más temprano sea, mejores frutos se verán a largo plazo, logrando así una alimentación saludable y una mejor calidad de vida.
Si al niño se le da un alimento como premio o castigo, o si ante situaciones de angustia lo consolamos mediante este camino, se genera un hábito a ingerir alimentos en todo momento y a relacionar ciertas situaciones con el "hábito de comer".
Si el niño vive rodeado y tentado con alimentos grasos y calóricos, que muchas veces no son los más adecuados desde el punto de vista nutricional, será mucho más difícil desarraigar ese hábito en la adolescencia y adultez.
Y para lograr educar estos "buenos hábitos" nos podemos guiar de las REGLAS DE UNA

Los cereales, las legumbres y los alimentos ricos en féculas

Estos alimentos, ricos en almidón, son muy energéticos.
Los cereales, en forma de papillas, de pan o de copos tostados (trigo, avena, arroz, maíz, etc.) son indispensables en el desayuno tras el largo ayuno de la noche.
Conviene alternar las patatas, la pasta y el arroz con las legumbres. A partir de los 18 meses, se puede ofrecer al niño legumbres cocidas (lentejas, guisantes partidos), en forma de puré diluido con un poco de leche.
Las galletas que se comercializan, merienda muy apreciada, suelen ser muy ricas en azúcar y en materias grasas: es mejor sustituirlas por pan y chocolate con un vaso de leche. El pan o los biscotes deben acompañar todas las comidas.

Los huevos, la carne y el pescado

Hasta que el niño cumple 1 año, el objetivo principal al introducir este tipo de alimentos en sus comidas consiste básicamente en darle a conocer su sabor. A partir de ahora se deben incluir en cantidades más importan- tes. Estos alimentos aportan un complemento de proteínas (de 16 g a 20 g por 100 g de carne o de pescado), minerales (hierro, zinc, yodo, fósforo) y vitaminas. Los huevos sustituyen a la carne o al pescado; pueden servirse pasados por agua o en tortilla. Entre el almuerzo y la cena, el niño debe ingerir de 30 g a 50 g de carne o de pescado (peso en crudo) o un huevo.

La fruta y la verdura

La fruta y la verdura, ricas en agua, contienen también sales minerales. Además, constituyen la principal fuente de vitamina C y de caroteno (provitamina A), presente en las verduras y las frutas de colores vivos (zanahoria, albaricoque, tomate, melón, etc.).
El niño debe tomar fruta y verdura dos veces al día por lo menos: una verdura cocida + una verdura cruda o una fruta en el desayuno; un alimento rico en féculas +
verdura cruda o una fruta (cocida o cruda) en la cena.
Si el niño no quiere comer la verdura, puede sustituirse por fruta cruda o cocida.

Las materias grasas

Además de las materias grasas que contienen la carne, el pescado, las galletas, etc., la mantequilla, la nata, la margarina, las grasas animales y el aceite enriquecen la cocción de la verdura y de los alimentos ricos en féculas, pero no se debe abusar. ¡Cuidado con la mayonesa, con las salsas... y con los fritos! Una vez a la semana es suficiente.

Los productos endulzados

No son indispensables para la alimentación equilibrada del niño; su consumo debe mantenerse dentro de lo razonable. De vez en cuando, se puede dar un postre endulzado como algo extraordinario, o una tableta de chocolate con un poco de pan para variar la merienda, pero no debe convertirse en una costumbre... y aún menos en un premio.

Si el niño no almuerza en casa

Si de día el niño está en el jardín de infancia, con una canguro o en casa de los abuelos, conviene saber lo que ha comido al mediodía para preparar el menú de la cena en casa. ¡Cuidado! Hay que completar la alimentación del almuerzo y no repetirse. Por ejemplo, si no ha comido al mediodía alimentos ricos en féculas, ensaladas de frutas y de verduras o frutas crudas, aproveche la cena para proporcionarle estos alimentos fundamentales. Dale siempre un producto lácteo.


Ejemplo de menú:
Al año de edad se va estructurando la dieta propia de cada niño. Empieza a descubrir y aceptar los diferentes sabores de los nuevos alimentos que le son ofrecidos. A partir de ahora debe empezar a comer prácticamente de todo, aunque siempre de forma progresiva y con una dieta equilibrada. Su menú diario debe tener al menos 4 tomas: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Durante esta época también debe producirse un cambio estratégico en su alimentación. Pasar de concepto de plato único a una comida compuesta por un primer plato (verduras, patatas, sopa, purés), un segundo plato (carne, pescado, huevo, todo ello acompañado de una guarnición) y finalmente un postre.
 
Desayuno
- Lactancia materna o una taza de leche.
- Entre 60 y 120 cc de cereales.
- Un vaso de zumo de naranja natural sin azúcar.
 
Media mañana
- Un yogur entero.
- ½ rebanada de pan integral o media pieza de fruta.
 
Almuerzo
- Primer plato: Generalmente a base de arroz, pasta, verduras con patata, legumbres en puré, puré de verduras con carne o pescado (puedes introducir parte en el puré y dejar un poco fuera, trocearlo bien y dárselo para que vaya masticando).
- Segundo plato: Carnes, derivados cárnicos, pescado o huevos. Deben aparecer en cantidades moderadas. Pueden acompañarse de una guarnición de ensalada o verduras o patatas (asadas o cocidas o en puré, no siempre fritas). Conviene incluir al menos 3 veces por semana pescado (blanco y azul) y huevos, hasta tres veces por semana.
- Postre: Un yogur.
 
Merienda
- Papilla de frutas o un bol con trozos de fruta muy pequeños.
- Un par de galletas.
- Un zumo de frutas 
Cena
- Biberón de leche con cereales o lactancia materna.
- Media tortilla francesa, o una lonja de jamón cocido, o un par de croquetas de pollo o pescado.
 


  •  LACTEOS:
    Equivalencias para medio litro de leche.
  • Queso: hay que multiplicar su peso por 3, así un trozo de 50 grs., equivale aproximadamente a 150cc de leche.
  • Yogur: es equivalente a la leche líquida (100cc=100cc)


La introducción de  los alimentos arriba indicados debe hacerse entre los 12 y 18 meses, insistiendo para que mastique casi todo.