miércoles, 5 de septiembre de 2012

LACTANCIA MATERNA

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“Nuestro primer contacto con nuestros hijos, es similar a nuestro primer baile con una nueva pareja, donde a veces tenemos que practicar un poco para poder movernos al mismo compás.

La lactancia es como una danza entre la madre y el/la bebé, donde cada paso y cada movimiento son algo nuevo para los dos. La mayoría de los problemas ocurren cuando el/la bebé no mama en la posición correcta, lo cual puede causar desde pezones adoloridos hasta una baja producción de leche”.

Éste es el testimonio de una madre para explicar el funcionamiento de la lactancia. En realidad es así, al principio es un acoplamiento entre mamá y bebé, los dos se están conociendo y deben ir poco a poco logrando esa armonía perfecta que les permitirá enamorarse y disfrutar inmensamente del amamantamiento.

Indiscutiblemente uno de los aspectos claves para lograr con éxito la lactancia materna es la técnica adecuada de colocación del/la bebé al pecho y conocer las diferentes posiciones que se pueden utilizar para lograr que el/la bebé  agarre correctamente y ambos puedan estar cómodos.

Una buena técnica de colocación al pecho es vital para asegurar que el/la bebé esté recibiendo suficiente leche y para evitar molestias y lesiones en los pezones. Para esto el/la bebé debe tomar la mayor parte posible de la areola dentro de su boquita, para saber si lo está haciendo debemos observar que sus labios estén evertidos, sus mejillas redondeadas, que no haya ruidos de chasquido o chupeteo, que su nariz y barbilla queden en contacto con el pecho y sobretodo que la mamá no sienta dolor mientras el/la bebé succiona.

Para lograr que el/la bebé se agarre del pecho correctamente, es necesario que independientemente de la posición que la mamá decida utilizar, el cuerpo del/la bebé esté en contacto con el cuerpo de ella, su cabeza esté de frente al pecho y la mamá le dé soporte al bebé en toda su espalda. Al momento de colocar el/la bebé al pecho, es fundamental estimular su reflejo de búsqueda rozándole sus labios con el pezón, inmediatamente el/la bebé abrirá su boquita y la mamá con un movimiento firme hacia el pecho podrá ayudar al bebé a tomar la mayor parte de la areola. Si la mamá siente que el/la bebé no agarró correctamente y le está molestando puede separarlo introduciendo su dedo meñique en la comisura del labio, de esta manera el/la bebé soltará fácilmente y ella podrá repetir de nuevo los pasos anteriores hasta que el/la bebé quede bien colocado.

Posición del bebé al pecho
Aunque lo más habitual es amamantar sentada o estirada con el bebé frente a la madre, son muchas las posiciones a las que se puede llegar a recurrir:

  • Postura sentada - Posición estirado: El bebé estirado frente a la madre  en contacto con su cuerpo, mamando de un pecho y con sus pies hacia el otro pecho. Es la más habitual.


Una variante de la posición anterior es colocar al bebé de forma inversa, también estirado y girado hacia la madre, pero con los pies hacia el otro lado. Esta variante no es tan frecuente pero puede ser útil si el bebé rechaza, por la razón que sea mamar de un pecho. Si se le coloca en el pecho que rechaza del mismo modo en que mama del otro, es posible que lo acepte.
  • Postura sentada - Posición "de rugby": El cuerpo del bebé pasa por debajo del brazo de la madre y sus pies apuntando a la espalda.

Esta posición es muy útil para drenar los conductos que se encuentran en la cara externa de los pechos y así prevenir, o si es el caso curar, posibles obstrucciones o mastitis que, aunque puede darse en cualquier zona del pecho, suelen ser más frecuentes en ésa.
Tanto las posión estirada como la "de rugby" funcionan perfectamente bien si la madre, en vez de estar sentada, está colocada en postura semi-reclinada.
  • Postura sentada - Posición caballito: En esta posición el bebé está sentado a horcajadas sobre una de las piernas de su madre.

Aunque poco frecuente, esta posición puede ser muy útil con bebés con dificultades para fijar el pecho, bien por retrognatica (maxilar inferior corto o retraído) u otras causas.
En esta posición conviene que, al introducir el pecho en la boca del bebé, el pezón apunte "hacia arriba" en dirección a su paladar, de forma que una buena porción de pecho descanse sobre el labio inferior facilitando el agarre.
  • Postura estirada - Posición estirado (en paralelo): En este caso tanto la postura como la posición son frecuentes ya que de este modo se facilita el descanso de la madre. Es especialmente útil si la madre todavía siente molestias tras el parto, sobretodo si ha sido sometida a una episiotomía o cesárea.
También es muy útil para amamantar por las noches o si simplemente se quiere descansar un rato.

  •  Postura estirada - Posición estirado (en paralelo inverso): En este caso la posición del bebé es menos frecuente que la anterior pero hay madres que se sienten cómodas con ella y también puede ser útil, igual que la postura "a cuatro patas", en caso de obstrucciones o mastitis localizadas en la parte superior del pecho.
 

  • Postura "a cuatro patas" - Posición "boca arriba": Esta postura es poco frecuente en el amamantamiento diario.



¿HASTA CUANDO AMAMANTAR?
        Esta es una pregunta frecuente que solamente tú y tu hijo pueden responder. No existe la edad ideal para dejar de dar el pecho. Cada caso es diferente: algunas madres decidirán amamantar unos meses y otras, algunos años, sea cual sea la opción escogida, TODAS SON DIGNAS DE RESPETO.
        Como referencia, en 1990 la OMS y el UNICEF elaboraron la Declaración de Innocenti, donde se recomienda que, en beneficio de la salud, tanto de las mujeres como de los niños, todas las madres han de poder amamantar y sus hijos han de poder tomar exclusivamente leche materna los seis primeros meses de vida y de manera complementada, como mínimo hasta los dos años, y después tanto tiempo como madre e hijo quieran.
        Por otra parte, en 1997 el presidente del comité de lactancia de la Academia Americana de Pediatría explicaba q1ue ?hay niños que son amamantados hasta los 4, 5 y 6 años; esto puede ser poco frecuente, pero no es perjudicial?.
        Como puedes ver, no hay un límite de tiempo para dar el pecho. Puedes hacerlo durante tanto tiempo como quieras, pero entendiendo siempre que se trata de un derecho, no de una obligación.
        Nadie puede decidir por ti cuánto tiempo has de amamantar, ni lo que es mejor para ti y tu hijo.
        Déjate guiar por tu instinto. Sea cual sea tu decisión seguro que será LA MEJOR.

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