Esta es la etapa en la
que debemos comenzar a educar y enseñarles "buenos hábitos
alimentarios", porque cuanto más temprano sea, mejores frutos se verán a
largo plazo, logrando así una alimentación saludable y una mejor
calidad de vida
.

Cuando el niño cumple los 12 meses, ya ha pasado por dos de los principales períodos de la alimentación:
1. PERIODO LACTEO: en el cual es fundamental la lactancia materna.
2.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA: donde es fundamental la incorporación
paulatina de los alimentos para que éstos no resulten nocivos al
intestino, el cual continúa madurando mes a mes.
Por eso cuando nuestro bebé llega al año de vida nos preguntamos: ¿y ahora qué le debo dar?
Esta
es la etapa en la que debemos comenzar a educar y enseñarles "buenos
hábitos alimentarios", porque cuanto más temprano sea, mejores frutos se
verán a largo plazo, logrando así una alimentación saludable y una
mejor calidad de vida.
Si al niño se le da un
alimento como premio o castigo, o si ante situaciones de angustia lo
consolamos mediante este camino, se genera un hábito a ingerir alimentos
en todo momento y a relacionar ciertas situaciones con el "hábito de
comer".
Si el niño vive rodeado y tentado con
alimentos grasos y calóricos, que muchas veces no son los más adecuados
desde el punto de vista nutricional, será mucho más difícil desarraigar
ese hábito en la adolescencia y adultez.
Y para lograr educar estos "buenos hábitos" nos podemos guiar de las REGLAS DE UNA
El niño debe tomar fruta y verdura dos veces al día por lo menos: una verdura cocida + una verdura cruda o una fruta en el desayuno; un alimento rico en féculas +
verdura cruda o una fruta (cocida o cruda) en la cena.
Si el niño no quiere comer la verdura, puede sustituirse por fruta cruda o cocida.
Los cereales, las legumbres y los alimentos ricos en féculas
Estos alimentos, ricos en almidón, son muy energéticos.
Los cereales, en forma de papillas, de pan o de copos tostados (trigo, avena, arroz, maíz, etc.) son indispensables en el desayuno tras el largo ayuno de la noche.
Conviene alternar las patatas, la pasta y el arroz con las legumbres. A partir de los 18 meses, se puede ofrecer al niño legumbres cocidas (lentejas, guisantes partidos), en forma de puré diluido con un poco de leche.
Las galletas que se comercializan, merienda muy apreciada, suelen ser muy ricas en azúcar y en materias grasas: es mejor sustituirlas por pan y chocolate con un vaso de leche. El pan o los biscotes deben acompañar todas las comidas.
Los cereales, en forma de papillas, de pan o de copos tostados (trigo, avena, arroz, maíz, etc.) son indispensables en el desayuno tras el largo ayuno de la noche.
Conviene alternar las patatas, la pasta y el arroz con las legumbres. A partir de los 18 meses, se puede ofrecer al niño legumbres cocidas (lentejas, guisantes partidos), en forma de puré diluido con un poco de leche.
Las galletas que se comercializan, merienda muy apreciada, suelen ser muy ricas en azúcar y en materias grasas: es mejor sustituirlas por pan y chocolate con un vaso de leche. El pan o los biscotes deben acompañar todas las comidas.
Los huevos, la carne y el pescado
Hasta que el niño cumple 1 año, el objetivo principal al introducir este tipo de alimentos en sus comidas consiste básicamente en darle a conocer su sabor. A partir de ahora se deben incluir en cantidades más importan- tes. Estos alimentos aportan un complemento de proteínas (de 16 g a 20 g por 100 g de carne o de pescado), minerales (hierro, zinc, yodo, fósforo) y vitaminas. Los huevos sustituyen a la carne o al pescado; pueden servirse pasados por agua o en tortilla. Entre el almuerzo y la cena, el niño debe ingerir de 30 g a 50 g de carne o de pescado (peso en crudo) o un huevo.La fruta y la verdura
La fruta y la verdura, ricas en agua, contienen también sales minerales. Además, constituyen la principal fuente de vitamina C y de caroteno (provitamina A), presente en las verduras y las frutas de colores vivos (zanahoria, albaricoque, tomate, melón, etc.).El niño debe tomar fruta y verdura dos veces al día por lo menos: una verdura cocida + una verdura cruda o una fruta en el desayuno; un alimento rico en féculas +
verdura cruda o una fruta (cocida o cruda) en la cena.
Si el niño no quiere comer la verdura, puede sustituirse por fruta cruda o cocida.
Las materias grasas
Además de las materias grasas que contienen la carne, el pescado, las galletas, etc., la mantequilla, la nata, la margarina, las grasas animales y el aceite enriquecen la cocción de la verdura y de los alimentos ricos en féculas, pero no se debe abusar. ¡Cuidado con la mayonesa, con las salsas... y con los fritos! Una vez a la semana es suficiente.Los productos endulzados
No son indispensables para la alimentación equilibrada del niño; su consumo debe mantenerse dentro de lo razonable. De vez en cuando, se puede dar un postre endulzado como algo extraordinario, o una tableta de chocolate con un poco de pan para variar la merienda, pero no debe convertirse en una costumbre... y aún menos en un premio.Si el niño no almuerza en casa
Si de día el niño está en el jardín de infancia, con una canguro o en casa de los abuelos, conviene saber lo que ha comido al mediodía para preparar el menú de la cena en casa. ¡Cuidado! Hay que completar la alimentación del almuerzo y no repetirse. Por ejemplo, si no ha comido al mediodía alimentos ricos en féculas, ensaladas de frutas y de verduras o frutas crudas, aproveche la cena para proporcionarle estos alimentos fundamentales. Dale siempre un producto lácteo.
Ejemplo de menú:
Al año de edad se va estructurando la dieta propia de cada niño.
Empieza a descubrir y aceptar los diferentes sabores de los nuevos
alimentos que le son ofrecidos. A partir de ahora debe empezar a comer
prácticamente de todo, aunque siempre de forma progresiva y con una
dieta equilibrada. Su menú diario debe tener al menos 4 tomas: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Durante esta época también debe producirse un cambio estratégico en su
alimentación. Pasar de concepto de plato único a una comida compuesta
por un primer plato (verduras, patatas, sopa, purés), un segundo plato
(carne, pescado, huevo, todo ello acompañado de una guarnición) y
finalmente un postre.
Desayuno
- Lactancia materna o una taza de leche.
- Entre 60 y 120 cc de cereales.
- Un vaso de zumo de naranja natural sin azúcar.
Media mañana
- Un yogur entero.
- ½ rebanada de pan integral o media pieza de fruta.
Almuerzo
- Primer plato: Generalmente a base de arroz, pasta, verduras con
patata, legumbres en puré, puré de verduras con carne o pescado (puedes
introducir parte en el puré y dejar un poco fuera, trocearlo bien y
dárselo para que vaya masticando).
- Segundo plato: Carnes, derivados cárnicos, pescado o huevos. Deben
aparecer en cantidades moderadas. Pueden acompañarse de una guarnición
de ensalada o verduras o patatas (asadas o cocidas o en puré, no siempre
fritas). Conviene incluir al menos 3 veces por semana pescado (blanco y
azul) y huevos, hasta tres veces por semana.
- Postre: Un yogur.
Merienda
- Papilla de frutas o un bol con trozos de fruta muy pequeños.
- Un par de galletas.
- Un zumo de frutas
Cena
- Biberón de leche con cereales o lactancia materna.
- Media tortilla francesa, o una lonja de jamón cocido, o un par de croquetas de pollo o pescado.
- LACTEOS:
Equivalencias para medio litro de leche. - Queso: hay que multiplicar su peso por 3, así un trozo de 50 grs., equivale aproximadamente a 150cc de leche.
- Yogur: es equivalente a la leche líquida (100cc=100cc)
La introducción de los alimentos arriba indicados debe hacerse entre
los 12 y 18 meses, insistiendo para que mastique casi todo.
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